¿Por qué se produce la menopausia?
Existen tres cambios físicos asociados con la menopausia:
- El organismo disminuye la producción de hormonas femeninas (estrógenos y progesterona).
- Los ovarios dejan de liberar óvulos.
- Los periodos llegan a su fin.
Nuestros ovarios contienen desde antes del nacimiento unos 500.000 óvulos inmaduros (ovocitos), de éstos únicamente llegarán a madurar unos 300 ó 400, que serán liberados del ovario (ovulación) a mitad de cada ciclo, hasta que finalicen las reglas.
Este proceso de maduración de los óvulos, que tiene lugar entre la primera y la última menstruación, está controlado por un sistema hormonal: el hipotálamo (una región del cerebro), la hipófisis (una glándula situada muy próxima al hipotálamo) y los ovarios.
Este sistema funciona de tal modo que el hipotálamo informa a la hipófisis y ésta a los ovarios, quienes a su vez, envían mensajes al hipotálamo y a la hipófisis del estado en el que se encuentran y de cómo están funcionando, constituyendo así un circuito cerrado de retroinformación.
De la relación entre el hipotálamo-hipófisis-ovarios surge el control cíclico de la ovulación y de la menstruación. Desde la primera regla hasta la última, los mensajes van de un nivel a otro: el hipotálamo pone a la hipófisis en acción, la hipófisis hace que los ovarios produzcan estrógenos y progesterona, que maduren los óvulos y salgan del ovario, y cuando han producido suficientes hormonas, el hipotálamo es avisado para que deje de estimular la hipófisis.
A partir de los 45 años son cada vez más frecuentes los ciclos en los que no se ovula, y si hay ovulación algunos óvulos pueden haber perdido su capacidad de ser fecundados. Por estas dos razones tenemos menos posibilidades de quedarnos embarazadas. Pero el riesgo sigue existiendo. Debemos utilizar un método anticonceptivo hasta un año después de la menopausia.
Que los ovarios dejen de producir hormonas no significa que no vayamos a tener estrógenos después de la menopausia. Hay otras glándulas como las suprarrenales, que producen pequeñas cantidades de un precursor que se convierte en estrógenos en los tejidos grasos de nuestro cuerpo. Esta transformación es mayor en las mujeres gorditas que en las mujeres delgadas. Por eso las mujeres muy delgadas suelen tener más molestias causadas por la disminución de esta hormona.
Algunas mujeres, normalmente aquellas en las que su sistema hormonal ha ido cambiando gradualmente, tienen muy pocos problemas a la hora de la menopausia, pero otras experimentan repentinas subidas o bajadas de hormonas, actuando su organismo de manera confusa hasta que se estabiliza el sistema hormonal.
Según las encuestas, alrededor de un 80 por ciento de las mujeres experimentan algún cambio, pero éstas solo deben preocuparnos si nos afectan de una forma importante. Estos cambios los podemos vivir con mayor o menos intensidad, con más o menos molestias, dependiendo de hechos físicos, reales y condiciones sociales y culturales.