Rango de anticoagulación
Cada paciente tiene establecido un rango de anticoagulación que varía según el motivo por el que esté anticoagulado y que consta en el informe que le darán cada vez que se realice un control. Los resultados de los controles deberán estar comprendidos dentro de los límites establecidos, que varían según su diagnóstico.
En cada control que se le realice se determina el INR cuyo significado equivale, con bastante aproximación, a las veces que su sangre tarda más en coagular que la de una persona sin tratamiento. Si el INR está muy elevado aumenta el riesgo hemorrágico, y si está disminuido aumenta el riesgo trombótico.
Si su INR está por debajo del nivel establecido habrá que subir la dosis de tratamiento y se valorará la necesidad de añadir otros anticoagulantes, como la heparina de bajo peso molecular (de administración subcutánea), ya que el aumento del INR puede llevar 2-3 días.
Por el contrario, si el INR está por encima del rango establecido habrá que disminuir la dosis.
La decisión de cuánto subir o bajar el tratamiento anticoagulante así como el tiempo hasta el próximo control la decidirá el personal médico en función de sus características personales (riesgo de trombosis, riesgo de sangrado, edad, medicación concomitante).
NO es necesario estar en ayunas para realizarse el control de anticoagulación.