Postura inicial
Los ejercicios de suelo pélvico se pueden realizar en cualquier postura:
1. De pie, separando ligeramente las piernas, apoyada o no en una pared, o ligeramente reclinada con las manos apoyadas en una mesa.
2. Tumbada boca arriba con las rodillas dobladas y las piernas ligeramente separadas.
3. Sentada.
4. De rodillas.
5. Otras.
Para facilitar el aprendizaje se puede probar inicialmente con la siguiente: sentada bien atrás en una silla, con los pies y piernas cómodamente apoyados, las piernas ligeramente separadas, inclinarse hacia delante apoyando los codos o antebrazos sobre los muslos. Con esta postura se pretende evitar que se tense o contraigan los músculos del glúteo o los abdominales mientras se están ejercitando los del suelo pélvico. Cuando estés segura de que estás contrayendo los músculos apropiados puedes realizar los ejercicios en cualquier otra posición.