De 12 a 36 meses

El pescado  azul pequeño sin espinas en la misma proporción que la carnes 30- 40 grs., evitando el consumo de pez espada, emperador, salmón, cazón y atún hasta los 3 años de edad.

 

Es bueno mantener la leche materna o formula adaptada de continuación hasta los 2 años, en los que se introducirá la LECHE DE VACA ENTERA, aunque ésta se puede introducir a partir de los 12 meses. 

 

Es recomendable ampliar al máximo la gama de alimentos, de manera que a los 2 años el bebé pueda comer casi lo mismo que los adultos.

 

La tolerancia y el respeto a la autonomía del bebé cuando se incorpora a la mesa facilitan el aprendizaje de hábitos correctos.

 

A lo largo del segundo año, el bebé tiene una DISMINUCIÓN FISIOLÓGICA DEL APETITO, porque su velocidad de crecimiento disminuye. 

 

Los bebés suelen ser caprichosos en cuanto a sus preferencias por determinados alimentos y su rechazo a otros. Si les dejamos elegir, la dieta será monótona y repetitiva. Las dietas selectivas, con pocos alimentos, pueden ser deficitarias en algunos nutrientes. 

 

La educación es fundamental en la adopción de hábitos alimentarios correctos.

 

Hay que procurar que el bebé coma en el mismo lugar que el resto de familia y siempre que sea posible al mismo tiempo.

 

La hora de la comida tiene que ser alegre, divertida y estimulante. Un nuevo alimento supone toda una experiencia para todos los sentidos y es siempre un momento de ilusión, mucho más cuando se comparte este tiempo con la familia. Por ello, no es necesario el uso de dispositivos móviles, televisión, etc.

 

No sólo es alimentarse, es percibir objetos que tienen un montón de estímulos. La persona que da de comer a un bebé tiene que respetar esos momentos de aprendizaje y saber reconocer los gestos y signos que utiliza para decir cuando tienen hambre y cuando ya no quieren comer más.

 

La persona más indicada para dar de comer a un bebé es aquella que respeta su apetito, hace de la comida un momento agradable y nunca obliga a comer.