Estudio Toledo de Envejecimiento Saludable

El Estudio Toledo es un estudio observacional ideado para profundizar en la investigación sobre el envejecimiento elaborado por el servicio de Geriatría del Complejo Hospitalario Universitario de Toledo y por el servicio de Epidemiología de la Consejería de Sanidad, en colaboración con el Centro de Investigación Biomédica en Red de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (CIBERFES).
 
Está orientado al estudio de los distintos modelos de fragilidad y envejecimiento saludable, sus determinantes sociales, clínicos, fisiopatológicos y genéticos así como a identificar la relación entre estilos de vida, fragilidad, enfermedades crónicas y discapacidad.
 
Según este estudio, el 65 por ciento de las personas mayores estima que su estado de salud es bueno o muy bueno y el 26 por ciento dicen que su estado es normal, frente a un 9 por ciento que considera que su salud es mala o muy mala.
 
Asimismo, los mayores tienen una buena percepción de su edad biológica ya que sólo un 9,6% expresa sentirse más viejos que los demás y además se sienten mayoritariamente bastante felices o muy felices en el 76,8% de los casos y sólo un 4,2% expresa ser infeliz.
 
La muestra indica también que un 8,4% de los mayores presenta fragilidad, aspecto este que se relaciona con la edad y con la presencia de enfermedades neurológicas como la demencia, el parkinson, los accidentes cerebrovasculares, el trastorno cognitivo o depresivo y otras enfermedades como la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, y que resulta modificable mediante intervenciones de salud.
 
Así un 41% de la población mayor podría encontrarse en situación de pre-frágiles, la frecuencia de la fragilidad va creciendo con la edad pasando del 2% a los 65-70 años a más del 15% superados los 70, lo que representa un alto impacto en la población mayor.
 
Respecto a las tasas de discapacidad, el principal hallazgo del estudio es que en comparación con los resultados obtenido en análisis realizados hace 15 años y ajustando por edad se constata una disminución del 20% en la tasa bruta de discapacidad en actividades básicas de la vida diaria.
 
Los datos de este estudio longitudinal realizado en el área sanitaria de Toledo son el resultado de la petición de datos sociodemográficos, de función y actividad, de calidad de vida, de cognición y estado de ánimo, de enfermedad y rendimiento motor lo que ha posibilitado extraer una imagen muy exacta sobre la salud de nuestros mayores.